FALLECIÓ LA NIÑA MARÍA HERRERO

Hoy de madrugada, 1 de junio, falleció la jugadora cadete de nuestro club María Herrero Biel de 14 años de edad.

Llevaba varios meses luchando contra una enfermedad que definitivamente la ha vencido.

Todo el BM Pereda se siente consternado.

No podemos más que acompañar a su familia en estos momentos tan tristes para todos.

Siempre la recordaremos.

A MARIA

                      Voy a intentar reflejar con estas pocas palabras unas reflexiones y me basaré en mi propia experiencia de observación como entrenador durante el tiempo que entrené a María.

                      No hace poco más de un año, despedíamos a  otra María, la portera del equipo infantil. ¡Qué coincidencias fatales tiene la vida, dos Marías y del mismo equipo! Seguro que estaréis en el cielo una bajo los palos y la otra lanzando a portería.

                       Recuerdo tus primeros días. Nunca habías jugado en este deporte. Te apasionaba el fútbol, pero te dije: ven a entrenar y mira a ver si te gusta esta actividad deportiva. Enseguida te integraste en el grupo y ese vínculo de amistad junto a  tu afición por hacer deporte hizo que continuases. A medida que pasaban los días, se te veía cada vez más feliz en cada entrenamiento y  hasta tu misma te motivabas por los avances que ibas teniendo en una disciplina deportiva que desconocías hasta entonces. Me llamaba mucho la atención tu disciplina en todo, tu concepto de la amistad. Eras querida por todas y sobre todo, destacabas con algo que caracteriza a un buen deportista, tu humildad. Nunca te sentiste protagonista ni lo buscaste, sino tu forma de ser hacía que tus compañeras estuviesen cerca de ti.

                       Tu  intensidad en todas las acciones de juego, tu velocidad en el ataque, sin miedo. Cogías el balón y sin dudarlo allá ibas como un terremoto contra cualquier defensa. Por qué esa velocidad se ha transmitido a tu recorrido por la vida. Por qué no fuiste más despacio. Qué prisa tenías, pero claro eso no está en nuestras manos. No lo entendemos, ni lo entenderemos. Solamente Dios sabrá por qué una flor se marchita en el comienzo de su vida.

                       Hemos seguido de cerca tu penosa enfermedad, estábamos pendientes de tu evolución día a día. Cada vez que escuchábamos una buena noticia, parecía que salía el sol y nos olvidábamos de la gravedad de la misma, pero siempre vivíamos con la esperanza que todo fuese a buen puerto y por desgracia ese puerto no se encontró.

                        Todos somos conscientes que nacemos para morir y lo asumimos pero tan pronto…! Sabemos que es imposible consolar a unos padres y hermano de un mazazo como éste, porque es la antítesis de lo que por lógica corresponde a ley de la vida; como que una hija nos deje antes que a los padres. Lógicamente hubierais deseado que viviera mucho más tiempo, pero sentiros agraciados por esos 14 felices años que habéis vivido a su lado, como un regalo que, por desgracia duró un tiempo limitado. Eso, no hay nadie que pueda quitároslo, ni siquiera la muerte. No os dejéis arrastrar solamente por el dolor, aunque solo sea porque tenéis otro hijo en quien ocuparos. No encuentro otras palabras en estos momentos además  del silencio y una mirada que proyecta el sentimiento. Con eso nos entendemos. Lo único que podemos hacer es que os quedéis con nuestra manifestación de todo lo que queríamos y sentíamos por María.

                           Y a ti María, no sé qué decirte … No tengo palabras… seguro que estarás pasando la mano por encima de nuestras cabezas para decirnos, porqué me lloráis, no os preocupéis… y nosotros te contestamos porque te queremos María y siempre habrá un hueco en nuestro corazón para ti.

Julián
Entrenador del BM Pereda